LA
BOUGANVILLA
No
serás la flor más hermosa,
ni
te contemples en el más lindo jardín,
enredada
en la plaza del pueblo
o en
una sencilla y fuerte maceta.
No,
no es que seas espléndida y bella
o
que te conviertas en un arbusto
duro
y seco, trepador de muros,
incluso
eres barrote de ventana,
melancolía
de tarde en estío.
No
eres la flor más tierna
y
contigo siento que llueven las llagas,
misteriosas
del perverso mal de amores,
colgada
sobre pisadas de las piedras
No
hueles como el perfume del sándalo,
acaso
ni siquiera tengas aroma con encanto
mas
tu color rosa violáceo de hoja perenne
vislumbra
la llama de aquel mi recuerdo de niña
de
un primer vestido de verano, tan deseado.
Eres,
bouganvilla como las rosas,
o
como la vida, con pinchos y alegrías.