Nací
justo cuando tenía que nacer,
.a
los nueve meses y diecinueve días-
justo
cuando el amor puro se legaliza.
Dice
mi madre - que es sabia -que la sonrisa
fue
el primer sonido repetido en mi boca.
No
recuerdo nunca haber escuchado nanas,
-pero
si mucha copla de época olvidada -
de
mi amada cantarina por la mañana.
Miro
las fotos de una niña que sonríe
y
más solamente pienso que siempre vive
una
mujer que, a la vida, dientes muestra.