domingo, 14 de febrero de 2016

Me gusta verte llegar y me sonrías.

Me gusta verte llegar y  me sonrías,
  hables de tus despistes,
 te pongas en un lugar tan sencillo
para guardar el secreto
del don de tu inteligencia.

Cultivas la luna en mis labios,
sembrando el sol de la fantasía
que dora a Eva en el paraíso
sin comer fruta prohibida.

Me gusta verte llegar y me sonrías,
con el  sonido  corto de carcajada,
trinando
-cual pájaro eres-
 pícaras alegrías,
quizás, algún quebranto
que se hizo en el camino,
subiendo o bajando,
 los montes de la vida.

Cuando te vas,

me dejas el aroma de  los tulipanes.

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