No sé cuando volveré.
El sol se esconde en lo alto de un monte coronado de
piedra y árbol.
Epicentro del círculo
que rodea mi vida, donde comienzo a sentir
que existo en la
mezcla de mi sangre.
Albergo la esperanza
de respirar lo que siento propio en las murallas que te cuidan, tu viento, tu humedad y tu aroma
Patearé tus cuestas
entre calles ocres, entre aceras grises, entre guijarros y desechos de mi historia.
Beberé de tus aguas en
las fuentes y creerme lluvia enfundada en el arco iris de tu perla.
Haré castillos en tus arenas, acuario en el
fondo de la espuma de tu playa y jugaré que soy dragón que te contempla.
Cada noche la
melancolía de tu ausencia me hace ocaso entre los rayos de la luna.
No sé cuando volveré,
Ceuta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario