domingo, 24 de mayo de 2015

Llegaste a mi.

Llegaste por mano del destino,
o porque, tal vez, los dioses
así lo decidieron.
(Carmen  Aguirre)
Llegaste a mi,
sin pedirlo,
cómo  juego de encuentros en el camino.
Conviertes  mi vida
en una caja de sorpresas.
como la magia que sale del sombrero de copa.

Entras,
dejándome ante un juego de palabras mudas,
de un “te quiero” en  silencio,
de un que nadie me sepa
Más, me siento oculta y plena
en un billete de ida sin vuelta.

Se instalan tus besos,
como en una prisión
donde solo tú,

tienes la llave de mi celda.

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