En
el carril que me puso la vida
para
llegar a
ese
pedazo de tierra que me labro
donde
a
veces, nacen flores
a
veces, brotan cardos
en
este suelo firme y amargo.
En
esos surcos que me aro,
ardientes,
fuertes, melancólicos,
donde
la azada me machaca,
el
agua ahoga mi tristeza,
avivando
mi desesperanza-
Lucho
contra el viento
que
me doblega,
que
me tira hacia todos los puntos cardinales.
Mientras,
el
sol caliente
hace
germinar estrellas
entre
las grietas secas
de
mi campo baldío.
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