Si yo tuviera un corazón, escribiría
a mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol.
García Márquez.
¿Cómo dividir mi corazón
en sentimientos tan diferentes?
¿Cómo fraccionar amor,
odio, rabia, amor, deseo, amor en retales de soledad?
¿Cómo rebelarme ante lo
imposible de una pasión invisible, imperceptible
a los ojos, que pelea en
la renuncia de una misma para ser tú,
atrapada en una inútil
guerra de extremos inencontrables?
¿Cómo
dejar de sentir y esperar morir en el oscuro amanecer?
Publicado en La Oruga Azul
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