Se encogen mis pies,
palmean mis manos,
el zumbido del mosquito
bailando con gran taconeo
en el tablao de mi cama.
Con esta salmodia en
brecha,
pasa la noche,
como balada de verano en
discoteca,
Travolta diminuto,
cantante de la orquesta.
Revolucionan mis peores
pensamientos de degollina,
más,
creyendo en el plano de la
existencia y karma,
baila, bichito, baila.
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