martes, 15 de octubre de 2013

Bajo telón cerrado.

Bajo telón cerrado,

donde solo hay dos actores,
cual Cinco horas con Mario,
como profecía de lo que nos aguardaba,
donde hablo y hablo,
callas, callas.

En el patio de butacas,
solo ojos claros
contemplan escenas
en las que se deslizan,
surtidores de colores
y
fuentes de macilentas palabras.

E inevitablemente,
nuestra obra termina
con humedad en los ojos.
tatuajes de locura,
ruinas de amor
en
filos de espada.



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