Pienso en ti.

Pienso en ti.

Siguiendo el camino en esta fría mañana de 1 de enero,
donde la vía del tren se hace eterna
en la piedra que me cobija
y teniendo por techo hojas de árboles que lloran al gris día,
pienso en ti.

Pienso en la línea imperceptible de tus labios que marcan los míos,
en tus manos grandes delimitando los contornos y pliegues de mi cuerpo,
en tu piel que roza la mía convirtiéndome en tu esclava.

Pienso en tu forma de huir buscando el calor de otros brazos.

Y a pesar de todo, pienso en tí