Ridiculamente,
rayando la tontería absurda
del descontrol extremo,
paseando entre la línea fina de lo
absurdo,
rozando la bohemia irrisoria de la
pamplina.
Más,
recordando una exigua parte
de lo que te encuentras enfrente
en la grotesca semblanza
del recuerdo innoble de un sueño
¿¿te encuentras parecido con Charlie
Rivel??
Me encantan los payasos y en especial este.
ResponderEliminarMe alegra que te guste...aunque pueda que no sea de su agrado al destinatario de poema...
EliminarGracias, Antonio Garijo Ojeda.